Seguridad Nacional pone en jaque la excusa de Sánchez: “Hace 10 años había más incendios”

¡Alarma! ¡Incendios por todas partes! Y Sánchez, con su megáfono, nos explica que es culpa del cambio climático. Romance perfecto, ¿no? Emergencia climática global, llamas devorando hectáreas… La narrativa parece meticulosamente preparada. Hasta que aparece Seguridad Nacional para decir que, espera… ¡hace diez años había más incendios! Bravo, vaya forma de desinflar el globo.
El presidente reanuda su campaña de vacaciones —¿táctica?— y reaparece en Orense para dar un titular: “emergencia climática”, “capacidades redimensionadas”, “gran pacto de Estado”… todo ello mientras Seguridad Nacional arroja un balde de agua fría con su tajante: “Hace 10 años había más incendios”. Traducción: “no, Pedro, tu discurso luce bien, pero no aguanta un mínimo fact-checking”.
Vamos por partes:
- La narrativa oficial: incendios actuales = cambio climático exacerbado. Monólogo moral en directo.
- La realidad oficial: hace una década había más incendios. Pesadilla para una narrativa lo-fi.
Y eso no es todo: mientras Sánchez se lanza a la arena mediática, su Gobierno ni siquiera incluye la prevención de incendios en la campaña institucional de cambio climático de 600.000 €. Ni rastro de mensajes del tipo "cuidado con ese cerillo". Pero, oye, los fuegos reventan y el vídeo corporativo ignora el fuego. Prioridades.
Eso sí, los informes del propio Gobierno alertaban hace años de la necesidad urgente de renovar la flota de aviones anti-incendios y gestionar los bosques de forma activa. El único cambio ha sido que el fuego ya ha devorado casas, paisaje, y algo del prestigio político.
Resultado: cuando escuchemos “cambio climático”, podremos pensar: “genial, bonito concepto, pero el Gobierno ha tenido diez años para prepararse y solo nos ofrece excusas, no soluciones”.
El colmo del cinismo es ver cómo se repite el guion: ¿Incendios? ¿Cambio climático? ¡Perfecto! Es el marco que permite desplegar discursos emotivos, prometer grandes pactos, y terminar retomando las vacaciones con sonrisa triunfal. Mientras tanto, los expertos señalan que la clave está en planificación del paisaje, gestión preventiva, colaboración entre autonomías y un pacto real, no de postureo.
¿Te imaginas si, en lugar de excusas, se hubiesen invertido esos 600.000 € en campañas de concienciación sobre poner una colilla en el contenedor de la basura o limpiar broza acumulada? Mejor aún, si esos informes hubiesen sido escuchados, y no archivados.
En resumen: Sánchez está muy cómodo tirando del “cambio climático nos culpó”. Pero Seguridad Nacional le lanza la toalla: “Deja de echarle la culpa a lo que no miste, Pedro. Tu campaña es un brindis al sol respaldado por un Gobierno que prefiere marketing antes que prevención.”
Conclusión sardónica: Otro capítulo de “emergencia sin emergencia real”; otro episodio de “campaña con llamas, promesas sin llamas”. ¿Cuándo hablaremos de soluciones en lugar de excusas?