Sánchez y las ayudas de Mazón: te doy 3.000 €, pero luego te los trinco en Hacienda

La Generalitat Valenciana lanza ayudas directas de 3.000 € para autónomos afectados por la DANA. Todo automático, sin papeleos. Pero llega Sánchez y decide que… ¡a tributar! Eso sí, las suyas quedan exentas. Mucho guasa, poco sentido común.
Actualizado: Jueves 04 de Septiembre de 2025
Título de la imagen
Cat.El opinólogo

¡Atención, autónomos de la Comunidad Valenciana! ¿Pensabais que por fin alguien os echaba una mano sin pedir nada a cambio? Pues nada más lejos de la realidad: en España, si alguien te da una ayuda, siempre habrá otro esperando para meterte la mano en el bolsillo. Y como no podía ser de otra forma, aquí está Sánchez con su particular receta mágica: “Si la ayuda es de Mazón, tributa; si es mía, queda exenta”. ¡Olé tú!

La historia arranca con Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, anunciando a bombo y platillo unas ayudas automáticas de 3.000 € para más de 18.000 autónomos que sufrieron los estragos de la DANA. La idea parecía brillante: cero papeleo, cero burocracia, dinero directo a los bolsillos de quienes lo necesitaban. Vamos, un oasis en el desierto administrativo que suele ser este país.

Pero claro, en España lo que te da uno, el otro te lo quita. Resulta que el Gobierno de Pedro Sánchez, en lugar de ponerse del lado de los damnificados, decide que esas ayudas autonómicas tienen que pasar por caja en el IRPF. Y lo mejor de todo: cuando se trata de las suyas propias, mágicamente aparecen exenciones fiscales. Es decir: “Lo mío no paga, lo tuyo sí”. Si esto no es un chiste, que venga Ibáñez y lo dibuje.

¿El colmo? La Generalitat ha pedido hasta en tres ocasiones una exención para que estas ayudas no supongan un golpe añadido al bolsillo de los autónomos. ¿Respuesta desde Madrid? Silencio absoluto. Ni una llamada, ni un correo, ni siquiera un “lo estamos estudiando”. Nada. Un muro burocrático de hormigón armado.

Imaginemos por un segundo la escena: el autónomo, después de perderlo todo por la DANA, recibe 3.000 € y piensa: “Por fin, un respiro”. A los dos días, Hacienda aparece disfrazada de cobrador del frac y le recuerda que ese respiro también tiene su precio. ¿Quién dijo solidaridad? Aquí lo que hay es solidaridad con la recaudación.

Y esto, queridos lectores, va mucho más allá de la anécdota. Porque lo que está en juego es la lógica (o mejor dicho, la falta de ella) con la que se gestiona el dinero público en este país. Si el objetivo es ayudar a los autónomos, ¿qué sentido tiene meterles un sablazo fiscal a continuación? Es como darle un paraguas a alguien en plena tormenta y luego pincharle la tela para que le siga cayendo agua. ¡De chiste!

Claro que en política el chiste siempre lo pagamos los mismos: los ciudadanos. Porque aquí da igual que se hable de ayudas, subvenciones, compensaciones o como quieran llamarlas: tarde o temprano, Hacienda siempre gana. Y lo más irritante no es que cobre, sino que lo haga discriminando entre unas ayudas y otras. Si vienen del Gobierno central, exentas; si vienen de una autonomía que no les cae simpática, a tributar. Coherencia nivel Dios.

Al final, el resultado es siempre el mismo: el autónomo queda con cara de tonto, agradecido por un lado y resignado por el otro, mientras en Moncloa se felicitan por la “justicia fiscal” de sus medidas. ¡Viva la guasa española!

Y mientras tanto, Mazón sigue reclamando lo que es de justicia: que esos 18.000 autónomos no tengan que tributar por un dinero que no es un lujo, sino un parche para poder seguir respirando. ¿Logrará algo? Conociendo el historial de respuestas del Gobierno, probablemente llegue antes el Halley que un correo de Montero diciendo “sí, venga, vale”.

Así que aquí estamos, una vez más: entre el sarcasmo, el enfado y la resignación. Pero tranquilos, que siempre se puede sacar algo bueno de todo esto: al menos ya tenemos material para otra viñeta. Porque lo que no nos da la política, nos lo da el humor. Y menos mal.

Este contenido se ampara en el derecho a la libertad de expresión. Tiene un tono sarcástico, irónico y subjetivo, y está basado en noticias previamente publicadas en medios de comunicación. Si algún político se siente aludido, es pura coincidencia. O no.
Nos vemos en el próximo post.


(4) (0)

Cargando, por favor espera...

© 2025 Cencovil,

Sección Legal del Blog de Cencovil

Este es el rincón legal donde fingimos ser serios. Si buscas la versión aburrida y jurídicamente vinculante, aquí la tienes:


Aviso Legal (versión bloguera)

Este blog es una sección editorial de Cencovil donde publicamos comentarios absurdos, irónicos y a veces peligrosamente cercanos a la realidad. Si te tomas en serio lo que aquí se dice, es bajo tu propia responsabilidad (y sentido del humor).

Los contenidos aquí publicados no pretenden informar, sino entretener. Si algo parece demasiado absurdo para ser verdad, probablemente lo es. Si no lo es, peor para la realidad.

Política de Privacidad (versión bloguera)

No recopilamos tus datos personales... salvo que nos los des voluntariamente, como cuando nos escribes para insultarnos. En ese caso, prometemos no vender tu correo a una lista de spam (aunque lo pensemos).

Si quieres saber cómo tratamos tus datos de verdad, visita la versión formal.

Política de Cookies (versión bloguera)

Este blog puede usar cookies. No de chocolate, sino de las que almacenan información técnica. No te preocupes, no nos interesa tu vida, solo saber si vienes por primera vez o si ya te has reído antes.

Para detalles técnicos y legales, consulta la política de cookies seria.