Sánchez, el campeón olímpico de mirar para otro lado (con récord Guinness incluido)

Un récord de altura (y de sordera selectiva)
Lo de Pedro Sánchez ya roza lo paranormal. Mientras España lidia con problemas de seguridad vinculados a MENAs conflictivos, el Gobierno central ha decidido desplegar su arma más infalible: la indiferencia olímpica. Según la noticia, la Comunidad de Madrid ha presentado nada menos que 37 denuncias sobre situaciones de extrema conflictividad. ¿Y qué ha hecho Moncloa? Pues exactamente lo que mejor saben: mirar al techo, silbar y hacerse el sueco.
37 veces que Ayuso gritó al vacío
Si cada denuncia fuera una piedra lanzada contra una ventana, Sánchez tendría ya un ventanal hecho trizas. Pero no: el presidente ha desarrollado un talento casi artístico para esquivar responsabilidades. Cualquiera diría que está entrenando para un récord Guinness en “ignorar papeles oficiales en menos de un segundo”.
La Moncloa versión karaoke
En este sainete, el papel de Moncloa es digno de una comedia musical. Ayuso manda informes, alertas y denuncias como si fueran canciones, y Sánchez responde con el hit del verano: “La culpa es tuya, yo estoy muy ocupado en salvar el planeta desde mi Falcon”.
El doble rasero de manual
Si se tratara de un problema en alguna autonomía gobernada por el PSOE, probablemente ya tendríamos decretazo, ruedas de prensa a las 3 de la madrugada y fotos de Sánchez en chaqueta ajustada junto a un albergue. Pero como el asunto viene de Madrid y de Ayuso, lo que toca es aplicar el protocolo oficial:
- Paso 1: Archivar denuncias en la carpeta de “cosas molestas”.
- Paso 2: Repartir culpas en rueda de prensa.
- Paso 3: Huir en Falcon antes de que alguien pregunte demasiado.
La ironía: MENAs y MENOS soluciones
Mientras los madrileños viven la conflictividad en sus barrios, Sánchez parece tener claro que la estrategia es ignorar hasta que la realidad se canse. Spoiler: la realidad nunca se cansa. Lo curioso es que, en lugar de soluciones, lo único que aporta Moncloa es silencio administrativo (y mucho humo).
Ciudadanía en modo resignación
Lo triste es que, a estas alturas, nadie se sorprende. Ya casi se da por hecho que el Gobierno de España vive en un universo paralelo donde los problemas reales se tapan con discursos vacíos y frases huecas. “El bienestar ciudadano está garantizado”, dice el eslogan oficial, mientras los vecinos de barrios afectados sienten justo lo contrario.
Conclusión sarcástica (pero realista)
Sánchez podría ignorar 37 denuncias, 370 o 3700. Da igual: mientras pueda posar con gafas de sol, presumir de chaleco en la ONU o hablar de “resiliencia”, la música seguirá sonando igual. Eso sí, cada vez con menos gracia para los ciudadanos que, cansados de tanto teatro, ya solo piden algo básico: gobernar.