PSOE en caída libre: peor resultado desde el 23‑J tras el escándalo Cerdán

Alerta: el PSOE se desploma al 27 %, su peor registro desde las elecciones del 23‑J, tras el tsunami mediático y judicial que ha dejado al partido más tocado que una alcantarilla en huelga. Según la encuesta entre el 27 y el 30 de junio, su intención de voto se resiente de 2,8 puntos en solo un mes, mientras el PP escala hasta el 33,3 % y Vox asesta su golpe tóxico al llegar al 15,2 %, su mejor cifra desde 2023.
Vamos por partes: 2,8 puntos menos en cinco semanas de escándalo Cerdán es un cataclismo. El PP se coloca con ventaja de 6,3 puntos y Vox crece fuerte gracias a la desconfianza generalizada, sobre todo entre los jóvenes menores de 34 años, donde supera por poco los bloques tradicionales.
Mientras tanto, Sumar rasca un tímido 6,2 %, Podemos aguanta un 3,8 % y una formación ultra recién nacida (‘Se Acabó la Fiesta’) se hace con un sorprendente 2,5 %. Pero el océano político está claro: la izquierda se tambalea, la derecha avanza y la abstención amenaza con llevarse la palma —especialmente entre mujeres y gente que ya no cree en nada.
Y al final del escalabo, ¿quién sale mal parado? Pedro Sánchez recibe un 51,2 % de suspensos en su gestión (nota media de 3,7/10), y un 41 % pide ya elecciones anticipadas. Eso sí, solo el 21 % cree que debe agotar la legislatura hasta 2027. No suena a cena tranquila en Moncloa… ya podemos oír los cubiertos rechinar.
¿Y qué dice el PP? Pues que “España ya no se cree el cuento: esta es la mejor oportunidad para echarlos”. Vox añade gasolina: “Los jóvenes no nos abandonan, ven en el PP y Vox una opción ‘limpia’ ante la corrupción socialista” .
La izquierda intenta recomponerse: Sumar quiere marcar diferencias, pero su incremento es modesto. La estrategia de Sánchez consiste en apostar por una reforma interna tras el comité federal del sábado y, sobre todo, en no convocar congreso extra ni elecciones. Todo muy democrático, nada de urnas adelantadas, dicen.
Nota: entre el 27 y el 30 de junio, la encuesta reflejó que el bloque de PP+Vox+ultra ultra se dispara a 54,8 % frente al 36,4 % del bloque PSOE+Sumar+Podemos. Estamos hablando de una brecha de 18 puntos que hace saltar las alarmas del Gobierno.
En resumen: el PSOE ha derrochado credibilidad, bajos porcentajes, la derecha emerge con fuerza, la ultraderecha sorbe el voto joven, y los indecisos están en auge. En agosto puede haber sorpresas, pero de momento el partido de Sánchez se está desangrando y nadie parece tener el remedio mágico.
¿Ahora qué? Sábado de comité federal, códigos internos y postureo ético. ¿Servirá para algo más que para maquillar la caída? Si no aparece una medida potente o Sánchez anuncia imprevistos, esto huele a moción de censura en ciernes, a sueldos rozados y a nuevos líderes emergiendo entre los escombros.
En definitiva: el PSOE ha tocado fondo, y la derecha baila su victoria con un chupito de realidad. El resto solo espera que la sacudida llegue antes de que los taburetes empiecen a crujir en Moncloa. ¿Les damos palomitas o hacemos apuestas?