¿No hay Presupuestos? Pues que arda España… (pero sin aviones antiincendios, ¡clarísimo!)

¿Pero en qué mundo paralelo vive el Gobierno? Mientras España se quema literalmente, el Ejecutivo admite (¡tachán!) que no puede contratar más aviones antiincendios porque… oh sorpresa… no tiene unos Presupuestos Generales aprobados. Bravo por la lógica: el país arde, pero ellos no pueden mover ficha.
El Ministerio de la Transición Ecológica reconoce que sin los Presupuestos, la contratación queda paralizada. Resultado: la flota aérea para apagar incendios pasa de 47 a 42 aeronaves. Cinco aviones menos. ¡Cinco menos! Cuando parece que debería haber más recursos, la respuesta oficial es hacer limbo y reducir. ¡Excelente gestión!
¿La guinda del despropósito? Marlaska, orgulloso, anuncia que han pedido a la UE dos Canadair cisterna de más de 5.500 litros cada uno, para apagar los fuegos. Porque, claro, depender de Europa es la nueva estrategia defensiva nacional. Eso, o el equivalente de taparse con un trocito de cinta adhesiva mientras la casa se quema.
El argumento es un derroche de excusas: “mayor número de meses de servicio”, “precios en alza”, “situación del mercado” o la pérdida de helicópteros kamov por el veto ruso. Todo cierto, sí, pero el factor real—el que nadie quiere decir en alto—es que el Gobierno va sin Presupuestos desde que empezó esta legislatura. La última vez que aprobó cuentas fue… en 2022. Tal cual.
Mientras tanto, España se fríe. Bosques, pueblos, casas, ecosistemas. Y ellos resuelven bajando el dispositivo antiincendios a pulso. Sin Presupuestos, “nos acomodamos al escenario”. ¿Suena a plan maestro? Suena a plan desastre.
Es como si en plena tormenta, la gente se ahogara y el Gobierno dijera: “Oye, no nos quejemos, que sin presupuesto no podemos comprar chalecos salvavidas.” Apoteósico nivel de cinismo institucional.
Mientras Marlaska daba lecciones a la UE sobre incendios “de sexta generación” a finales de julio, las brigadas antiincendios lo flambeaban todo sin los medios necesarios, y el ministro ni apareció por el Comité de Emergencias. Lo presidía la subsecretaria. Que levante la mano quien no lo vea como una estrategia paso a paso para mandarlo todo al garete…
En fin: un Gobierno que prefiere seguir politizando y mareando la perdiz que sacar la chequera y poner medios. El resultado es esta ridícula pirueta: tenemos menos aviones, dependemos de la UE, y nos seguimos dando lecciones desde la altura… literal y figurativa.
Conclusión: España arde. Y el Ejecutivo responde con excusas, recortes y autobombo. Cuando no hay Presupuestos, no hay aviones. Pero sí hay postureo. Eso sí que arde.