Convenio con República Dominicana: ¿Ayuda humanitaria o autopublicidad rural?

¡Atención, atención! El Gobierno ha firmado un flamante convenio con República Dominicana. ¿El objetivo? “Proyectos” maravillosos de cooperación para el periodo 2025-2029. Fenomenal, pensarás. Hasta que descubres que uno de los grandes beneficiarios es Cives Mundi, la ONG vinculadísima a Begoña Gómez, la inseparable esposa del presidente. Qué coincidencia tan oportuna.
La Comisión Mixta hispano-dominicana se reunió el 14 de mayo en Santo Domingo, firmó el acuerdo y, ¡tachán!, en el documento resaltan que las ONGD españolas han sido “actores clave” canalizando cantidades ingentes de Ayuda Oficial al Desarrollo. Y entre ellas, destacadísima… Cives Mundi. ¿Proyecto serio o operación de autopromo?
Y no hablamos de calderilla: en la última convocatoria de la AECID esa ONG se llevó nada menos que 854.944 €, frente a los 342.045 € que recibió en 2021. Casi x3 en cuatro años. No se qué será más impresionante: la cifra o la coincidencia con los eventos rurales de moda.
Pero la fiesta sigue: Cives Mundi creó una empresa llamada El Hueco Labs SLU, donde nuestra elegante Begoña tiene más que un mero “interés profesional”; formó parte del selecto grupo de expertos G100, organizó la feria Presura y ¡oh sorpresa! incluso trabajó desde un despacho de La Moncloa para actividades supuestamente sociales.
Claro, todo bien intencionado, con esa narrativa de «España rural», empleo, emprendimiento… Palabras bonitas para justificar transferencias jugosas. Pero lo que falta es que alguien explique cómo una reunión institucional en Santo Domingo se traduce en cientos de miles públicos girados hacia una ONG amiga de la primera dama. ¿Alguien más huele a conflicto de intereses?
Y como estamos en época de viajes internacionales, me pregunto: ¿este convenio incluye comisión VIP, desayuno con vistas o photocall incluido? Porque si ya se promociona a la ONG “socía” de la señora, lo mínimo sería compartir un cafecito caribeño para lucir titular en la prensa
Al final, esto no es cooperación; es una combinación de convenios, ONG, empresas y agencias que, conectadas como una madeja, generan publicidad política con presupuesto público. Vamos, el modelo de negocio rural 2.0: subvencionas con dinero del Estado, promocionas con actos oficiales y luego repartes “proyectos” como si fueran panfletos estivales.
Así que, resumen: España firma un acuerdo internacional serio, República Dominicana se compromete con cooperación, y… ¿quién aparece? Cives Mundi, que multiplica subvenciones, se sube a puestas de largo y luce íntimamente unida a Begoña. Lo más noble que nos queda es aplaudir la coreografía perfecta entre política, ONG y autopromoción.
¿Alguien más prefiere que esa “cooperación” se quede en donaciones directas a proyectos sociales independientes, sin pasar por la pasarela de la foto oficial y la editorial institucional? Porque si no, estamos ante el show anual de “Cooperación con pastel”, pero con presupuesto público y telón de fondo institucional.
Conclusión: otro capítulo de la política postmoderna donde la cooperación internacional y los negocios amistosos se abrazan en un salón de Moncloa y viajan juntos a Santo Domingo. Eso sí, todo con el sello de “ayuda rural de alto impacto”. Qué bonito suena… y qué caro nos cuesta.