Ábalos llama la atención sobre Interior: ¿protección VIP a Marlaska?

Prepárense para otro episodio de “La UCO investiga a unos, pero a otros no”. José Luis Ábalos ha soltado este ???? 3 de julio de 2025 que le extraña “que la UCO no hable de nadie de Interior, pero de Interior hay un huevo de gente pringada”. ¡Anda ya! Si hay mandos de Policía y Guardia Civil en la trama Koldo, ¿por qué Hacienda no está comprando palomitas desde ese ministerio?
Según Ábalos, es “raro” que no se investigue ni a Marlaska ni a sus lugartenientes, pese a que Koldo García “no salía de ahí” y tenía contactos con generales y coroneles . Vamos, que estamos hablando de una oficina donde podría haber más telarañas de corrupción que en cualquier mercadillo de verano. Pero la UCO noviolencia: solo mira a unos, ignora a los otros.
¿La teoría del exministro? Que hay “algo” detrás de ese silencio—quizás favoritismos, acuerdos cruzados, o que Marlaska juega en modo eterno. Porque si en Interior ya pagaron con aquellas mascarillas de la pandemia, alguien debería estar señalando fichas. ¿Qué quién? Pues esos subtenientes y comandantes que según Ábalos eran “íntimos” de Koldo.
Y claro, Marlaska en modo fantasma absoluto. Mientras la UCO sí investigó al clan del PSOE (Cerdán, Ábalos...), en Interior parece que ni se rascan. ¿Conveniencia? ¿Protección? ¿Quién se atreve a tocar llamaradas políticas tan altas si hay elecciones de por medio?
Ábalos no se corta: pide que el número dos de Interior declarase ante el Supremo, pero no pasó nada. El juez lo dejó pasar aunque, según él, había chicha . Bien pensado: para qué investigar a los poderosos si ya tienes al ex ministro a tiro de micrófono, soltando la bomba con toda la tranquilidad del mundo.
¿Y Marlaska? Sigue con su agenda pensando qué general nombrar, qué unidad decidir y qué contrato menor firmar —que para eso está la libre designación—. Ojo: este hombre lleva desde 2018 al frente, y ni se sonroja. La única sanción que ha recibido es la crítica de un excompañero. Nada más.
En resumen: caso Koldo = investigan a unos, callan a otros. UCO = «te apuntamos si no vienes de Interior». Policía y Guardia Civil = ficha VIP para impunidad. Marlaska = invisible. Ábalos = vocero que no le teme a los micrófonos.
Todo esto apunta a una maniobra estratégica: que el escándalo quede limitado al PSOE, sin tocar estructuras de Estado. ¿Casualidad o pacto de silencio institucional? Al menos alguien arroja luz sobre ese “algo”.
¿Qué pasará ahora? Que Ábalos tendrá que aportar pruebas si quiere seguir siendo el portavoz incómodo que pone voz a lo evidente. Y que Marlaska —que nunca pilla nada— quizás empiece a sudar cuando los papeles hablen.
La moraleja: si al final solo cae un solo responsable, será punible; si los de abajo salen y los de arriba ni se inmutan, estaremos ante un problema de sistema. Y esto huele a culebrón largo, tóxico y apto para maratón de palomitas.