¿Audios deepfake o disco rayado? El sainete Cerdán lo clava

¡Atención, pueblo sufridor de la corrupción sin fin! Resulta que acaban de estrenar la última temporada de “Yo acuso… y luego me invento”, protagonizada por nuestro siempre fiable ex‑secretario de Orden (sin tilde) del PSOE, Santos Cerdán. Según su versión oficial, esos audios suyos confesando comisiones ilegales no los grabó ni la UCO ni su conciencia: fueron obra de una inteligencia artificial. Sí, la misma que te recomienda series y te espía la compra de patatas fritas. ¿Unctuous el nuevo protagonista de Silicon Valley culpando a Skynet? ¡Maravilloso!
El héroe de la semana, interpretado por el penalista Salellas y patrocinado por Bildu, argumenta que esas grabaciones tienen una “cadena de custodia rota”, que “no es mi voz, me han suplantado”, y que en realidad él es la pobre víctima de un montaje tecnológico. Todo tan creíble como ver a un político diciendo “faltan 30 minutos para el cambio”.
¿La UCO extrajo esos audios de móviles y grabadoras incautadas a Koldo García, con chats de apoyo y localización, desde el Ministerio hasta restaurantes? Pues no importa, eso es ruido de fondo. Lo que de verdad impacta es que Cerdán defienda que la IA se ha obsesionado con él, clonando su voz para incriminarlo en una trama de cobro de hasta 620 000 € en mordidas por obra pública. Y claro, ¡todo un precedente legal!
Dicen sus defensores que fue despedido “por el daño irreparable al partido y al presidente” —Sánchez, seguramente viendo cómo sangraba la credibilidad—; mientras tanto, Cerdán dice que “no cometí ilegalidad alguna” y que en cuanto lea el informe, convocará rueda de prensa. Porque 500 páginas son un sprint, lo que viene siendo “lo leo a la vez que desayuno”.
Y lo mejor: la jugada maestra es echar balones fuera y sembrar dudas sobre las investigaciones. El plan es tan revolucionario como sencillo: si no se ve claro, habrá que cuestionarlo. Vamos, que si no lo pillan, será “el pueblo” el que esté confundido. Ingenioso, ¿no?
En fin, ya tenemos nuevo capítulo para reírnos un buen rato: político imputado + audios + defensa IA deepfake + escándalo mediático = ‑ta‑chá‑n‑: futuro documental en Netflix. ¿Quién necesita ficción cuando la realidad ofrece guionistas de primera?
Atentos: el lunes 30 de junio se verá si el Supremo se traga esa coartada futurista. Hasta entonces, a seguir disfrutando del espectáculo con palomitas… o comprobando si el próximo audio será un explainer de ChatGPT.