Armengol y las mascarillas ‘fake’: ¡UCO al rescate del teatro balear!
¡Atención, espectadores de la saga política! La Unidad Central Operativa (UCO) está a punto de soltar su informe *demoledor* sobre las mascarillas ‘fake’ que la ex-presidenta balear Francina Armengol mandó comprar en 2020. Un escándalo que suma 1,4 millones de mascarillas pagadas por 3,7 M€ sin contrato firmado, ojito al dato, y muchas preguntas guardadas bajo llave hasta las tres de la mañana de un viernes preelectoral.
Primera curiosidad: esas mascarillas fueron pagadas sólo seis días después de llegar y sin saber si valían para algo. Vaya tela. La UCO apunta a la trama liderada por Koldo García y su empresa “Soluciones de Gestión”, a la que el Govern habría pagado sin rechistar, como si fuese la barra libre del casino.
Segunda curiosidad: tres años tardaron en reclamar el dinero. Sí, tres AÑOS. Hasta julio de 2023 —plena campaña autonómica—, Baleares no movió un dedo para recuperar pasta. Qué timing, eh?. Y eso que los lotes estaban caducados al 99,8 %, costando al erario casi 4 M€. Pero bueno, más importante era no molestar a Papá Koldo.
La UCO no se quedó ahí: también investigan otro contrato de 10,4 M€ a Levantina para la residencia de Son Dureta, donde el dueño –José Ruz– pagaba mordidas por medio. Y ojo al dato: hasta 2.600 €/mes para Ábalos y 1.100 € para Koldo. Vaya club, vaya hermanos.
¿Y por qué importa todo esto? Porque Armengol, hoy presidenta del Congreso, firmó esos pagos y luego dijo que no conocía a los investigados. Incluso negó mensajes de WhatsApp con Koldo ¡que terminaron en el informe! Ahora dice que no recordaba y que el móvil se lo cambió. Clásico modo ‘reset’..
El informe de la UCO llegará al juez Ismael Moreno antes de que acabe julio, y podría abrir una imputación contra Armengol. Porque fiscales europeos y Audiencia Nacional se picaron rápido: lo ven como delito de prevaricación y malversación de fondos comunitarios. ¿Compraron mierda con fondos Feder? Pues parece que sí.
Y por si fuera poco, la investigación se enmarca dentro del “Caso Koldo” o Operación Delorme, que arrancó en 2022 y ya salpica a Ábalos, Cerdán, Adif y Fomento por contratos irregulares, sobornos, chalés pagados y confidencias peligrosas.
Así que resumamos el espectáculo balear: mascarillas fallidas pagadas sin contrato, sobresaltos en oficinas públicas, dinero salido como por arte de magia, tiempo de reclamación agotado y finalmente la UCO sacando el látigo. Todo condimentado con prensa, querellas del PP y Vox, y manifestaciones en Palma. ¿Transparencia? Más bien trust teatral..
Francina sigue publicitando que “no mentí” y que objetivamente no conocía a Aldama, ni a Ruz, ni a nadie. Pero su relato choca con mensajes, pagos y contratos. Al final, parece la versión autopublicada del “no me acuerdo” del móvil roto. ¿Creíble? Solo si crees en unicornios..
Y ojo al horizonte: si se abre expediente y se imputa oficialmente, esto no será un simple golpe político. Será un blockbuster legal. Armengol puede terminar citada ante jueces, con su futuro más incierto que el horóscopo de un político en campaña. ¿Dimisión? ¿Juicio? La bola está en el tejado judicial.
Mientras tanto, la UCO cruza datos, audita compras, revisa cuentas y escarba en comunicaciones. Y nosotros, los espectadores, solo nos lo podemos pasar bomba con tanta chapuza institucional. Porque sí: corrupción, incompetencia y tres millones de mascarillas que acabaron en la basura… Menuda comedia humana.
Conclusión: mascarillas fake + pagos rápidos + sin contrato + UCO al acecho = show criminal en primera línea. Prepárense para el informe demoledor y el posible terremoto judicial. La tercera autoridad del Estado y el Congreso colgando de un hilo. Todo un drama con palomitas incluidas.