Armengol en la cuerda floja: la UCO apunta, Koldo dispara y el PSOE silba mirando al techo

Armengol en la cuerda floja: la UCO apunta, Koldo dispara y el PSOE silba mirando al techo
Ni era un caso menor, ni fue un error de buena fe, ni mucho menos se puede decir que esto va de “cuestiones administrativas”. Lo que se está destapando con el informe inminente de la UCO sobre el escándalo de las mascarillas fake roza el delito organizado a plena luz del BOE. ¿Y quién está en el centro del huracán? Nada más y nada menos que Francina Armengol, presidenta del Congreso, elevada por Sánchez como símbolo de la regeneración… precisamente cuando estaba firmando contratos infectos.
Según revela la prensa, la Guardia Civil ya tiene prácticamente finalizado un informe demoledor. En él constan nuevos mensajes de Koldo García, ese exasesor de Ábalos convertido en enlace logístico de la corrupción institucional, donde se habla abiertamente de las mascarillas falsas suministradas por Soluciones de Gestión. ¿La destinataria? La mismísima administración balear con Armengol al mando, que pagó 3,7 millones de euros por unos productos inservibles… y luego se negó a reclamarlos.
La pregunta es directa: ¿Qué presidente autonómico no exige el reintegro de dinero público cuando le cuelan una estafa sanitaria en mitad de una pandemia? La respuesta, por desgracia, está en el Congreso de los Diputados, sosteniendo la vara de mando mientras finge no saber nada.
Todo esto no es nuevo para el PSOE, que parece haber convertido el “yo no sabía nada” en doctrina oficial. Pero las pruebas acumuladas por la UCO y la Fiscalía Europea pintan un cuadro donde los intermediarios, los beneficiarios y los firmantes de los contratos están todos conectados. ¿Cómo es posible que nadie dentro del Gobierno diera la voz de alarma? ¿Dónde estaban los controles? ¿O es que simplemente no interesaba controlar nada?
El silencio de Armengol, que no ha dado una sola explicación convincente desde que estalló el caso, es el reflejo de un poder que se siente impune. Lo es más aún cuando vemos que el PSOE, lejos de apartarla o pedirle explicaciones, la promocionó a presidenta del Congreso. Una bofetada institucional a cualquier intento de decencia democrática.
Ahora, con este nuevo material que la UCO pondrá en manos de los jueces, la situación de Armengol se complica de forma irreversible. Y con ella, la del propio Sánchez, que ha hecho de la defensa numantina de los suyos su único programa de gobierno.
La operación de las mascarillas no fue un error: fue un saqueo planificado. Con actores, móviles, y beneficiarios perfectamente identificables. Y si la justicia no actúa con contundencia, será la ciudadanía la que empiece a asumir que los corruptos ya ni se esconden, simplemente ascienden en el escalafón político.
Señores del PSOE: no hay regeneración posible sin responsabilidades. Y no se puede hablar de defensa de lo público mientras se premia a quienes lo dilapidan. El tiempo de mirar hacia otro lado se ha terminado.
Que hable la UCO, que hable la justicia… y que no se calle más el país ante esta tomadura de pelo institucionalizada.